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Foto del escritorCopérnico Energía

Matacandelas, primer teatro sostenible en Colombia

Abastecimiento de aguas lluvias y paneles de energía solar en sus techos son algunas de las estrategias con las que los actores paisas dan ejemplo de sostenibilidad.



Hace cuatro décadas, en el barrio La Mina, en Envigado, ocho jóvenes, que tenían entre 16 y 20 años, atendieron a la convocatoria de Cristóbal Peláez, un amante de las artes escénicas que buscaba crear un grupo de teatro. Como parte de los requisitos que les pedía la Casa de la Cultura de Envigado para operar estaba ponerse un nombre; así que como en un juego de azar agarraron un diccionario, abrieron una página y, con los ojos cerrados, pusieron un dedo en una palabra. “Matacandelas”, como llamaron al colectivo, fue fundado el 9 de enero de 1979.

Tras quince años de llevar sus obras por Envigado, este grupo se aventuró a conseguir una casa para construir el teatro. Se instalaron en el centro de Medellín y, hace cinco años, gracias a la Ley del Espectáculo Público, compraron la casa de las Ramírez, una casona de más de un siglo de historia. “Teníamos adecuada una bodega, donde hacíamos las puestas en escena, pero desde 2015 conseguimos los recursos para acceder a un teatro en condiciones dignas para los actores, el público y la ciudad”, cuenta Juan David Correa, actor. Hoy, cuatro décadas después, busca ser el primer teatro sostenible de Colombia.

La primera medida que implementaron, en 2015, fue el abastecimiento de aguas lluvias. En el techo instalaron tubos especiales que conducen el agua a dos tanques, cada uno con capacidad de 20.000 litros. El agua recogida la utilizan para regar las plantas, asear la casa y todos los servicios sanitarios del lugar. Luego, quisieron ser más ambiciosos y apostarle a la energía solar. Averiguaron sobre la instalación de paneles solar, pero las regulaciones y los costos eran bastante elevados, principalmente por las baterías que se requerían. El proyecto, recuerda Juan David, les costaba entre $90 y $120 millones.


Una vez más una ley los salvó. Hace un año, el Gobierno aprobó que se modificaran algunos artículos de la ley 1715, en la que se crean incentivos tributarios para la generación de energía eléctrica a partir de fuentes de energías no convencionales. Uno de ellos fue el 179, que remueve el impuesto a los paneles e inversores, los elementos más costosos en estos proyectos. Con la iniciativa,el precio se redujo casi en un 20 %. Ahora, señala Juan David, solo debían “levantarse” $50 millones. “Optamos por hacer “Matacandelas Solar”, uncrowdfundingo vaca para invitar a toda la gente a que hiciera parte de nuestro sueño, una ilusión colectiva”, dice.


Como parte del proyecto, el teatro pactó con Empresas Públicas de Medellín, el operador que presta el servicio, la compra de la energía excedente, una medida que se puede trabajar de dos maneras. La primera es un sistema aislado en el que cada usuario tiene sus paneles y guarda la energía que almacena durante el día en unas baterías, para poder seguir usándola de manera gradual. En la otra, se puede conectar a la red nacional mediante un contador bidireccional. Toda la energía que se produce en el transcurso del día y que sobra del consumo diario del lugar es inyectada a esa red nacional.


“Si durante seis meses uno como usuario ha producido excedentes de energía más allá de lo que ha consumido, Empresas Públicas (que es nuestro caso) o el proveedor de energía encargado te paga el excedente de energía que hayas producido”, asegura Juan David. En tres meses lograron recolectar los $50 millones y, en ese mismo tiempo, consiguieron instalar los 42 paneles solares. “Ahora tenemos el certificado Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas, que exige el operador. Esto le va a ahorrar al teatro entre $10 y $12 millones al año aproximadamente”, añade. Ese dinero lo reinvertirán en creación artística.


Según un informe de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) y el Ministerio de Minas y Energía, antes de 2030 cerca del 10 % del consumo energético en Colombia provendrá de proyectos fotovoltaicos o solares. De hecho, en abril del año pasado se instaló en el municipio El Paso, en Cesar, la planta de energía solar más grande del país. Este proyecto tiene capacidad para producir 176 GW/año, lo cual representa el 80 % de la capacidad instalada de energía solar. Con lo que se produce allí se podrían suplir las necesidades de una ciudad como Valledupar.


En su propósito por convertirse en el primer teatro sostenible de Colombia, el Matacandelas sigue apoyando otros proyectos, uno de ellos es incentivar con el precio de las boletas a los biciusuarios. Actualmente, cada entrada cuesta $28.000, pero para los ciclistas queda en $10.000. Además, tienen incentivos entre sus trabajadores, como por ejemplo motivarlos a que dos días a la semana, los lunes y jueves, se alimenten con productos que no sean a base de carne de animales, como res, pollo o cerdo.


Aunque son consientes de que no van a salvar el mundo, los actores de este teatro están convencidos de que con las medidas que están implementando pueden marcar una diferencia y contribuir a que el deterioro del planeta no sea tan acelerado. De esta manera, el Matacandelas es un proyecto que trabaja por la cultura a través de sus propuestas escénicas, mientras que actúa por la salud ambiental del mundo.


@PauCasasM

Información tomada de https://www.elespectador.com/

*Las noticias de actualidad son tomadas de diferentes fuentes informativas a nivel nacional e internacional. Opiniones personales no representan la opinión de Copérnico S.A.S.


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